Buscarle la cuarta pata al gato es una asignatura que todos deberíamos pasar antes de empezar a buscar la quinta. El gato rengo, la mesa chanfleada, mis papeles que se caen, se desordenan, se pierden. Antes de que venga alguno a venderme los suyos a u$s 1.99 a pagar en cómodas cuotas por el resto de mi vida.
5.7.09
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