16.4.10

Odio el sol

Se despertó agitado, sus piernas tensas, su corazón latiendo fuerte, y un dolor difícil de describir en la mandíbula. “Otra vez… debe ser que duermo demasiado”. Estaba acostumbrado a dormir 6 horas al día, pero los fines de semana, cuando apagaba el despertador…
12 pm. La luz que se filtraba por la ventana lo molestaba desde hace horas. El día ya había empezado hace rato pero él se negaba a aceptarlo. La noche se le hacía muy corta, y el día largo. El sol lo irritaba como un payaso chillón que lo persigue a donde quiera que vaya exigiendo una sonrisa.

2 comentarios:

  1. las noches deberían ser más largas, un poco más, al menos... lo demás es consecuencia, y como dice alguien por ahí "las consecuencias son inevitables, tuyo es lo que no tiene dueño, olvidas poco a poco todos tus sueños y recuerdas el amor inalcanzable"

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  2. Las noches deberian empezar solo, y solamente donde se despiertan los sueños...
    Salut y me alegra volver a saberte escrita pijindrina. jejeje

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